jueves, 7 de mayo de 2015

Gantz


Ahora que los zombis de The Walking Dead se han ido de vacaciones, aproveché mi escaso tiempo libre para buscar una serie que me entretuviese. Me apetecía probar un tipo de historia diferente, un anime; así que no tardé en extraviarme entre el inmenso océano de propuestas niponas. Fue complicado hallar algo que se saliese de lo convencional, pero acabé dándome de bruces con Gantz, un seinen valiente que se atreve a ir bastante lejos, y si hay algo que me entusiasma, son las historias valientes; sobre todo si van acompañadas de una intensa crítica social.  

El seinen es, básicamente, manga para adultos que puede mostrar escenas de violencia extrema, sexo explícito y cualquier asunto controvertido que se quiera introducir. Reconozco que he sido incapaz de leer entero el manga de Gantz, porque contiene demasiadas viñetas de acción con escaso texto —me aburren, soy incapaz de apreciar el arte pictórico vertido en ellas—; por lo tanto, me centraré en el anime

Gantz empieza con la muerte de los dos protagonistas en un accidente de metro, pues arriesgaron su vida para rescatar a un vagabundo que se había caído en las vías. Eso de cargarse a los personajes tan rápido puede parecer una locura, pero en ese momento empieza lo bueno, lo original, lo que hace que la serie destaque: tras el sangriento accidente, aparecen en un extraño cuarto. Ahí también hay otras personas recién fallecidas, preguntándose qué demonios ocurre, y al fondo puede verse una enorme esfera negra. Después de un inquietante rato de ofuscación, la esfera les comunica que deben luchar contra criaturas de otros universos, y luego se abre para entregarles el equipo necesario: armamento y uniformes.

Cada personaje reacciona conforme a su personalidad; así que tenemos un gran número de arquetipos actuando de manera dispar frente al peligro: algunos se lo toman en serio y resisten un tiempo mientras los débiles son destruidos. Al final, acabada la tarea, la esfera puntúa a cada superviviente según el número de enemigos que aniquile. Por supuesto, no faltan irresolutos que se preguntan por qué es necesario asesinar a esas criaturas; mas les sirve de poco porque la deserción es imposible, únicamente pueden combatir hasta llegar a cien puntos o desaparecer si fracasan.

Aunque el argumento es cautivador, puede hacerse redundante para cierto tipo de espectadores: aparecer en el cuarto, matar; aparecer en el cuarto, matar. De todos modos, el anime no dura mucho porque improvisa un final que tala la historia, separándola de lo narrado en el manga. Lo malo es que esa improvisación... no funciona. Aparecen varios personajes carentes de atractivo y se plantea un escenario predecible, tedioso. Me resultó difícil verlo sin bostezar.

Incluso con un final como ése, y unos protagonistas simples que se apoyan demasiado en el factor carismático, mantiene un buen nivel durante bastantes capítulos. Además, contiene poco relleno, lo cual, teniendo en cuenta que a los japoneses les encanta meter paja —ese Goku corriendo por la serpiente interminable—, es de agradecer. En Gantz prima la acción y el humor negro, impactantes muertes escabrosas a manos de variopintos seres. Éstos son los encargados de dar un poco de variedad y mantener la tensión, porque su aspecto y habilidades siempre acaban siendo una sorpresa; el primer objetivo es tan endeble y ridículo que transmite patetismo. ¿Qué esconderá? 

Puedes ver la serie en el siguiente enlace: http://animeflv.net/anime/gantz.html

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